Un
Nuevo Renoir presenta:
“El
Club del Cine – La Salle”
[mayo/junio
2016]
proyecciones
en La Salle-Gran Vía, C/Santa Teresa de Jesús, 23. Zaragoza.
Dossier
de Prensa:
Arranque
del ciclo “Otro modo de ver el cine”
etiqueta
en twitter: #otromododeverelcine
“Un
cine cerrado es otro sueño que no encuentra a su dueño”
(David
Trueba)
Un
calabozo
(…)
ZACH
(en alemán): ¿Qué es lo que está usted haciendo?
MARÉCHAL
(desconsolado): ¿Yo? … Un agujero …
¡Sí,
sí, sí! ¡Un
agujero, para evadirme!
(de
“La gran ilusión”, Jean Renoir)
"Si
se logra, con películas de un valor artístico indiscutible (¡sí,
existen!),
reconstruir
algo que se parezca a un gusto, se habrá hecho mucho más para
resistir
a las malas películas y a las películas peligrosas, (...)"
(de
“La hipótesis del cine”, Alain Bergala)
La
premisa: “Cinéfilo a cinéfilo”:
El
punto de partida de la propuesta es recuperar el espíritu
desvanecido de la iniciativa Un
Nuevo Renoir y
el consecutivo, del proyecto de La
Gran Ilusión,
integrándolos al actual Cine-Club La Salle de Zaragoza, uniendo
fuerzas, planteando una búsqueda cinéfilo a cinéfilo, para armar
un espacio en la ciudad que entienda el cine como arte, como
educación, frente a la invasión de un cine de pensamiento único,
el cine de consumo.
Concepto
de “El Club del Cine”:
La
pretensión es la de un Cine-Club que sólo parte del cine, para
unirse al territorio de los libros, de la curiosidad, de la
imaginación, del deseo de saber, apostando por el cine en versión
original, el cine español, el cine europeo y el cine independiente
en general, los documentales, la recuperación de clásicos y cine
para formar a niños y jóvenes, con atención especial a todo lo que
signifique una programación que apueste por el cine como actividad
artística y más en especial, de formación y educación.
Ha
de surgir así la participación de cineastas, involucración de los
cinéfilos y ciudadanos de Zaragoza, coloquios y presentaciones de
películas y documentales, retrospectivas y ciclos.
El
espíritu, sin ánimo de lucro, ha de generar en definitiva un
espacio de exhibición cinematográfica que enorgullezca a la
institución La Salle, convirtiéndolo en puntal distintivo,
Cine-Club que representa lugar, pero también la posibilidad de una
sociedad de ciudadanos de Zaragoza, basado en el apoyo de los futuros
socios de El
Club del Cine,
simpatizantes, amigos, fundadores y benefactores a través del
mecenazgo.
Es
pues una iniciativa enfocada siempre hacia el mundo del cine y la
cultura, donde predomine una programación especializada y de calidad
que apenas existe en Zaragoza, con la mayoría de salas proyectando
cine de consumo y enorme escasez de otros tipos de cine, del cine del
pasado, que ha de hacerse también presente.
En
la necesidad de un cine distinto, la respuesta implica sinergias con
espacios y personas que buscan otra Zaragoza, otra ciudad mejor, que
buscan cine independiente, de autor, no comercial, cine clásico,
cortometrajes, ciclos, encuentros con cineastas y actores, talleres,
etc... Surgirá así la posibilidad de edición de cuadernos,
pequeñas tiradas de libros en edición no venal, creación de una
pequeña biblioteca de cine, libros electrónicos disponibles a
través de un dominio y sitio en la Red, lugar de publicación de un
informe anual económico y de las actividades de El
Club del Cine.
Se pretende también la implicación de los estudiantes, como
voluntarios y partícipes para la difusión, mejora y actividad
cotidiana del Cine Club.
Ha
de estar por ello abierto a pases a otros colegios, colaboración con
otras entidades, empresas o grupos profesionales de la ciudad, ciclos
conjuntos, pases ambulantes en otros espacios, presentación de
programación, ciclos, homenajes o retrospectivas, festivales y
eventos.
No
hay atajos: la suma de socios, la fuerza del Cine-Club ha de surgir
cinéfilo a cinéfilo, pase a pase, para crear un sentido de cine, la
creación de un gusto, una invitación a los jóvenes a la formación
en el cine como arte. El escritor y docente Alain Bergala se ha
referido a una actuación como “antídoto frente a la crasa
estupidez y a la fealdad agresiva de la mayoría de los programas de
televisión que no provienen de un imaginario del cine”. El cine
ha de ser herramienta de comunicación y no sólo una mercancía.
La
financiación
El
arranque económico implica una inversión inicial y la aportación
de la sala de actos del Colegio La Salle Gran Vía de Zaragoza. El
nombre del Cine-Club es el de la institución, La Salle, que es el
que permite iniciarlo, el que le da un lugar, una sede.
A
partir de ahí, de los cinéfilos, pueden surgir los socios del
Cine-Club. Tras la creación de un núcleo pueden surgir los
carnets del Cine-Club, identificación del espíritu sin ánimo de
lucro, pero también base para encontrar personas y entidades que
aporten capital para el mantenimiento y superación en sus
actividades y programación.
En
la fase inicial, es esencial la importancia de la gestión económica
y contable desde el departamento económico de La Salle,
estableciendo una cuenta anual de ingresos y gastos de El
Club del Cine.
Una aportación inicial de la institución La Salle para la
coordinación de la primera anualidad puede ser la base para sumar a
partir de ahí otras aportaciones, de individuos, empresas y
fundaciones que se añadan a la mercadotecnia del Cine-Club.
Los
gastos, siempre en equilibrio con los ingresos, con responsabilidad
social corporativa, no pensando en un beneficio económico, parten de
la idea de ser un Cine-Club sin ánimo de lucro. Esos gastos irían
destinados a la gestión y programación de El
Club del Cine,
preparación de estrategias y establecimiento de contactos, trabajo
diario, posibles estrenos en la ciudad, cursos, transportes, mejora e
inversión en audiovisuales o equipamientos, etc...
El
organigrama
Unido
a un posible equipo colaborativo que surge cinéfilo
a cinéfilo,
de periodistas, abogados, escritores, médicos, profesores, etc... ha
de existir una dirección económica de partida, enclavada en la
institución La Salle.
A
ello se uniría una dirección del Cine-club en la que también
estarían, en la programación y organización, los impulsores,
abriendo esa organización a futuros voluntarios.
No
se trata de una competición con la gran red de cines comerciales de
la ciudad, sino una base para el cine como arte, unido a la sala de
exposiciones del colegio, perfectamente ubicado, como sede (c/ Sta
Teresa de Jesús, 23, junto a la Plaza de San Francisco) comunicada
por transporte público (autobús, tranvía) y de fácil acceso para
personas con discapacidades. Las proyecciones se enmarcarían
inicialmente en viernes tarde, con la opción de abrir a pases
puntuales el resto de días de la semana.
El
éxito depende de los ciudadanos, cinéfilos que entiendan el impacto
de la educación y la cultura en el progreso de una ciudad como
Zaragoza, las oportunidades de reputación y prestigio derivadas de
una programación que distinga el espacio del Cine-Club, la Salle. A
partir de ahí surgirán los socios, individuales, pero también
aportaciones empresariales que enriquezcan y den fuerza a El
Club del Cine.
Y desde ahí se proyectará la relación y cooperación con otros
cines de la ciudad que buscan esa vía, que necesita comunicación
constante con ellos y con festivales y cines de otros lugares.
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